Existen tres tipos básicos de mantenimiento, el predictivo, el preventivo y el correctivo. La eficacia de estos es asociada a variables como el personal disponible para efectuar el trabajo, costos, tiempos de trabajo, repuestos en stock, etc.
El mantenimiento predictivo, se basa en un monitoreo constantes al comportamiento del trabajo de los equipos, lo que permite realizar predicciones respecto de las posibles fallas que puedan presentarse, esto conlleva la sustitución o reparación de los mismos. El diseño de estos seguimientos es vital para la correcta operación de esta modalidad, se debe considerar datos históricos, datos operacionales, operarios disponibles, entre otros.
El mantenimiento preventivo, corresponde al diseño de un programa continuo de inspecciones que permitan el desmontaje total o parcial del equipo a fin de revisar el estado de sus elementos con la finalidad de reducir los riesgos de fallos. Como principal inconvenientes de esta modalidad se destacan los costos asociados a las inspecciones.
El mantenimiento correctivo, como su nombre lo indica esta acción involucra la mantención una vez que el equipo haya presentado falla, su principal ventaja es que tiene bajo costo de inspección y reparación. Es necesario aplicar esta modalidad en equipos de bajo costo y que no sean críticos dentro del proceso.
La mantención de los distintos equipos de una empresa u organización, es un procedimiento fundamental que permite disponer de las condiciones de operación y consumo energético adecuado.
Entre las consideraciones a evaluar dentro de la operación y mantención de equipos, se destaca:
- Periocidad de la mantención
- Método de mantención